El Guerrero Mentor

    Guerrero marca el camino

    La partida de Kluiverth Aguilar a tierras inglesas ha sido una de las noticias del año para Alianza Lima. Un traspaso que ya se compara al de grandes figuras como las de Paolo Guerrero o Pizarro, cuando hicieron el mismo camino, pero esta vez hacía la Bundesliga. 

    Con las ligas paradas, a pesar de la vuelta a los entrenamientos, los jugadores y estrellas peruanas siguen manteniendo conversaciones a través de la red social Instagram. Conversaciones ante miles de fan que se entretienen con las anécdotas e historias de los cracks. 

    En este caso, los protagonistas fueron el ‘’Depredador’’ Guerrero, que mantuvo una distendida charla con Kluiverth Aguilar, en la que el 9 de la rojiblanca, le dio varios consejos, al joven de 17 años. 

    Los consejos fueron muchos y casi todo encaminados a las diferencias que existen entre el fútbol europeo y el peruano. 

    “Te recomiendo que te pongas chimpunes de suela mixta porque el gramado de juego es muy corto en Europa y lo paran mojando. Un resbalón, y te anotan” fue de los primeros consejos que le tiró el Depredador. 


    Prosiguió recomendándole la importancia se tener run buen entorno social, aludiendo a la necesidad de hacer amigos para entretenerse: “Si no tienes metas, objetivos, olvídate que vas a lograrlo. Si extrañas algo es complicado. Tienes que hacer amigos, es lo mejor. Mientras más amigos hagas, mejor porque te vas a entretener, pero con cuidado porque allá son bien rígidos con los horarios» 

    El apoyo que tuvo Paolo 

    Guerrero conoce bien la situación que esta experimentando y experimentará el joven Aguilar, ya que el mismo, inicio su viaje a Bayern Múnich de muy joven. 

    Guerrero, hablando sobre la importancia de tener un buen circulo de amigos y de tener apoyos para hacer una buena adaptación a Europa. En este caso, el delantero, tuvo un apoyo de lujo, al Bombardero de los Andes, Claudio Pizarro. 

    “Tenía a Claudio, que me ayudó muchísimo con el idioma. De vez en cuando iba a su casa a estar con él, me invitaba a almorzar. No me gustaba molestarlo. Me hubiese gustado estar todos los días en su casa, yo estaba solo, no hablaba alemán, pero sabía que él estaba con toda su familia y no quería invadir su privacidad. Solo iba uno o dos días por semana. La convivencia con él me ayudó muchísimo”

    Pizarro ya era una estrella consagrada en la Bundesliga y ayudó a que en una cultura diferente, y otro fútbol, el delantero de Lima creciera como futbolista.